lunes, 25 de mayo de 2015

La manipulación informativa es la gran derrotada

AUDIENCIAS DE LOS ESPECIALES INFORMATIVOS EN TV
La Sexta: 16%
TVE: 8%
Telemadrid: 8%
Antena 3 TV: 6%
Cuatro: 4'3 %
Sobran comentarios sobre el veredicto de las urnas. Por eso quiero compartir con vosotr@s otra reflexión. Además del PP, la otra gran derrotada en el día de ayer fue  la censura informativa, en general, y Televisión Española en particular. La audiencia de su especial informativo fue sencillamente ridícula. Los ciudadanos dijeron "no" a la manipulación constante y burda que realizan los "periodistas" que mandan en el ente público. Los dirigentes del PP saben mucho de cajas B, pero poco de gestionar medios de comunicación. Se creen que los españoles somos tan tontos como para tragarnos su NODO.
Les imagino satisfechos, sentados cada día en sus sillones delante del panfleto audiovisual de pésima calidad que emite Telemadrid diciéndose a sí mismos: "Esto está hecho". A ratos zapean para ver la 1 y el canal 24 horas de TVE donde ríen las gracias de un joven y moderno (solo de aspecto) presentador que se dedica a pelotear a los ministros e intenta (con poco éxito) acosar al resto de sus invitados.
Quienes viven en Castilla la Mancha tenían además la suerte de deleitarse con las ocurrencias de la televisión autonómica dirigida por un ultraderechista maleducado llamado Ignacio Villa. Es otro de los canales en los que la crisis ya ha terminado, los españoles son tremendamente felices y no existe la corrupción ni el desempleo (y, de paso, se reían de la enfermera contagiada de Ébola ¿os acordáis? https://www.youtube.com/watch?v=ZDHehyLhmUU).

Por estas razones, hoy Mariano Rajoy, Cospedal y el resto de la banda deben estar desconcertados. Pensarán que los españoles somos unos desagradecidos y se preguntarán "¿cómo es posible? ¡Si mis telediarios decían que este país era la envidia de Occidente!".
Si alguien cree que van a aprender la lección, le invito a que esta noche sintonice TVE. A las 22:30 estrena programa Ernesto Sáez de Buruaga. Ese "periodista" que se forró en Antena 3 TV, dejando la cadena en la ruina; ese hombre que dirigió un debate manipulado y mediocre en Telemadrid y sacó tajada con su productora de otros canales autonómicos como la Televisión de Murcia o Canal 9 en Valencia.
¡No! Está claro que no aprenden... o quizás es que les dé igual y su estrategia sea similar a la que realizan en la gestión de los medios públicos: enriquecerse y que dure lo que dure...

P.D. No puedo acabar este post sin mencionar la tristeza que me provoca ver el dato de audiencia de los especiales de Antena 3 y de Cuatro. La primera, fue durante años una referencia informativa de peso. Tras caer en las garras del peor PP y con una estrategia similar a la ya conocida ("no hay chapapote" gritaban los hombres de E.S.B. a los redactores de sociedad durante la crisis del Prestige) sus espacios de noticias han pasado a ser irrelevantes (salvo Espejo Público).
Lo de Cuatro es punto y aparte. Los gestores de Mediaset llevan años apostando por el entretenimiento y mirando demasiado el "minuto a minuto" de sus informativos. Por ello el buen programa que ayer dirigió Juan Pedro Valentín no tuvo premio. Hoy, el público sabe que solo hay dos referencias a nivel nacional para informarse sobre un gran acontecimiento: La Sexta o la manipulada TVE. Y el veredicto de los audímetros no puede ser más elocuente.

viernes, 22 de mayo de 2015

¿Todos contra el PP?

Mariano Rajoy afirmó en uno de sus mítines de esta campaña que las coaliciones “todos contra el PP” serían “letales” para España. Esa reflexión, fuera del contexto político actual, sería acertada. Basar tu programa, la estrategia de tu partido, tu vida personal, tu voto… exclusivamente en luchar contra alguien, es un síntoma de incapacidad y de frustración contenida.

El problema señor Presidente es que, esta vez, existe ese contexto político y social que justifica la utilización de cualquier medio democrático para expulsar del poder al PP. Ese contexto se resume en cinco palabras: ESTE PP ES UNA MAFIA. Evidentemente no todos los dirigentes del partido son unos delincuentes y, por supuesto, sus militantes solo tienen la responsabilidad (que no es poca) de no atreverse a levantar la voz contra esa banda organizada en que saben que se ha convertido su (creo) bienintencionado partido.

Decir que la formación política que nos gobierna tiene tintes mafiosos no es una opinión, es una simple descripción objetiva de los hechos. No se trata de casos aislados de corrupción, sino de tramas perfectamente organizadas para enriquecerse personalmente y financiar, de paso, a su partido. Tramas que han crecido amparadas por el silencio, en ocasiones, y la complicidad directa, en la mayoría de los casos, de los máximos dirigentes populares. El funcionamiento básico era y sigue siendo sencillo: hay que ocupar cada vez más cuotas de poder para amañar contratos públicos, realizar privatizaciones teledirigidas, adjudicar obras y servicios a familiares, amigos y socios… Todo ello maquillado con una capa de falso liberalismo dirigida a justificar la aniquilación de lo público; el saqueo de lo que es y debe seguir siendo nuestro. Esa es la clave, en mi humilde opinión: no privatizan ni recortan gasto social por ideología, lo hacen por pura ambición, lo hacen para robar más y mejor.

Todo, o casi todo ha funcionado así en los últimos 25 años. Cada caso de corrupción que salía a la luz provocaba que “la familia” popular reaccionara como tal: defensa a ultranza del sospechoso y amenazas a los jueces y policías que destapaban el caso. Así ocurrió con Naseiro, Bárcenas, Correa, López Viejo, Granados, Mato, Sepúlveda, Güemes, Castedo, Lamela, Rato, Camps, Fabra, Matas, Rus… Una lista interminable que sería sin duda más larga de no ser por las trabas que este Gobierno ha estado imponiendo a la Fiscalía anticorrupción, las purgas que ha realizado en los departamentos policiales y en la Inspección de Hacienda, la presión insoportable que ha ejercido sobre los jueces competentes…

Este PP es la mafia, sí. Una mafia con caja B, sede central pagada con dinero negro, sobresueldos distribuidos en sobres, legislación y amnistías fiscales hechas a la medida de los amigos delincuentes, privatizaciones a la carta, tentáculos en empresas, juzgados y medios de comunicación... Sí, los medios, esos medios que todos los días nos hablan de la amenaza de convertirnos en Venezuela si votamos a un determinado partido. Esos medios que, sin embargo, no nos dicen que quienes nos gobiernan ahora, han colocado nuestra calidad democrática muy por debajo del penoso nivel que tiene la república bolivariana.

Así que sí señor Rajoy. Yo voy a ser uno de los muchos millones de españoles que votaré, principalmente, para echarle del poder a usted y al resto de miembros de su familia. Es tan grave la situación a la que han llevado a este país, que no hacerlo sería tanto como legitimar y aplaudir cada uno de los delitos que han cometido. Mi voto: “todos contra el PP".