sábado, 28 de abril de 2012

La pieza que les falta


Los rumanos que sufrieron la dictadura de Ceaucescu, crecieron, vivieron y murieron con la firme creencia de que la esposa del tirano, Elena, era una de las científicas más importantes del planeta. Solo la mano negra de Estados Unidos privaba a la viceprimer ministra de ser invitada a Estocolmo para recoger el premio Nobel. Un galardón para el que había hecho méritos más que sobrados, pero que siempre se le hurtaba por su valiente compromiso con la causa proletaria. Elena Ceaucescu, en realidad, consiguió licenciarse en Química Orgánica gracias a las presiones políticas que provocaron el despido de todos y cada uno de los profesores que se empeñaban en suspender sus mediocres trabajos año tras año. Pero eso no lo supieron los rumanos hasta que, en diciembre de 1989, el funesto matrimonio dejó este mundo y, con ellos, se desmoronó el aparato de propaganda que habían creado.

Se trata de un ejemplo grotesco pero que refleja perfectamente el valor que tiene la censura y el control de la información. Un control al que siempre aspiran los gobernantes, ansiosos por vender a su pueblo una falsa realidad dibujada de acuerdo a sus intereses. Tiranías de izquierdas y de derechas han llevado al extremo esa estrategia cuyo discípulo aventajado fue un gerifalte del Reich apellidado Goebbels. 

Mucho sabemos en nuestro país de esta tergiversación del lenguaje y la historia. 40 años nos pasamos llamando 'alzamiento' lo que, en realidad, fue un puro y duro golpe de Estado. Los que vivimos los años de la transición también nos acordamos de que "una cosa era que los españoles tengamos libertad y otra que vivamos en el libertinaje que desean los demócratas".

Hoy, salvando las enormes, las gigantescas distancias que nos separan de todos los casos citados, afrontamos una nueva etapa de reconstrucción de la realidad. El gobierno del PP está fabricando una verdad paralela a base de mentiras y necesita que los españoles se la compremos. Ayer no anunciaron la subida del IVA, sino de "los impuestos que gravan el consumo". No han aprobado una amnistía fiscal sino un "proceso de regularización de activos ocultos". No han abaratado el despido sino que han "flexibilizado el mercado laboral". No han implantado el copago, han realizado una "reordenación de los recursos de la sanidad pública". No han subido las tasas universitarias sino que han "reforzado los criterios de exigencia académica"y sí han incrementado el número de alumnos por aula, pero lo han hecho para "racionalizar los recursos y garantizar el futuro de la educación pública". Ya en su día subieron el IRPF pero "de forma excepcional y temporal" y anunciaron que "protegían la vida" sin que ello supusiera recortar el derecho al aborto.

Quizás la 'rizadura del rizo' la estén intentando hacer con la política antiterrorista. Después de 8 años dedicados a poner palos en la rueda para evitar que prosperara el desmantelamiento definitivo de ETA, ahora presentan un plan de reinserción para sus presos que ni siquiera les obliga a pedir perdón. Un plan digno de contar con el respaldo de todos, porque va en la buena dirección de acabar de una vez por todas con la barbarie terrorista, pero que les está costando vender a las víctimas y a esa extrema derecha a la que tanto dieron de comer ideológicamente desde Génova en las dos últimas legislaturas. Por ello el ministro del Interior se afana en explicar que "no es un plan de acercamiento de presos" aunque la realidad (esta sí, la realidad de verdad) es que el primer beneficio que obtendrán los terroristas que se acojan a la medida es, ¡adivínenlo!, ser trasladados a cárceles próximas al País Vasco.

Son demasiadas ficciones y demasiado retorcidas para que el grueso de la ciudadanía se las trague. Por eso en este plan, un tanto desesperado e improvisado por la coyuntura económica, les falta una pieza. Y esa pieza es Radio Televisión Española. No seamos ilusos. Hubo 'periodistas' dispuestos a ocultar primero y minimizar después la catástrofe del Prestige, a ganarse una condena de la Audiencia Nacional por falsear la información de una huelga general, a tratar de convencernos de que el Yak-42 se estrelló exclusivamente por culpa de la niebla y a demostrar que Sadam Hussein tenía o pensaba tener armas de destrucción masiva. Después de eso, explicar en el Telediario que no nos han subido el IVA será un mero juego de niños.

3 comentarios:

  1. Esa pieza está apunto de caer. Nombrarán un gestor como presidente y un comisario político como jefe de informativos.

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  2. Hoy han añadido otro "alzamiento". Montoro ha concretado que: "No vamos a subir impuestos en España, vamos a cambiar la ponderación de los impuestos en España".

    Me alegro de poder leer tus opiniones
    abrazos

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  3. Todavía hace unas semanas hablaba con un alto cargo del gobierno anterior, buen amigo mío, que me decía que el PP no se iba a atrever a cambiar la situación de RTVE porque la gente no lo entendería.
    Conociéndole me doy cuenta de que él nunca lo habría hecho, y no por lo que opinara la gente, y de que no concibe que otros puedan ser tan mezquinos. Aún estoy asombrado de su ingenuidad.

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